top of page

Control de la fiebre aftosa, pulso político que genera incertidumbre

“El hecho de que el tema de la Sanidad Animal se hubiera politizado y polarizado, ha minimizado ante la opinión pública el tener que admitir que se viene presentando una desatención en los temas que atañen a la salud animal como una prioridad en la producción primaria”.

 

Así lo afirma el profesor Jorge Luis Zambrano, del Departamento de Salud Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Bogotá.

En tal sentido, lamenta que en los últimos años no se hubiera promovido la inversión en el fortalecimiento de sistemas de diagnóstico y servicios veterinarios de calidad como una prioridad nacional. Además, “se han venido limitando los recursos y el número de personal de las autoridades sanitarias que velan por los programas oficiales de control y erradicación de enfermedades, dejando al país en una situación vulnerable”.

A lo anterior se suma la transición generada por el pulso político entre los estamentos responsables del programa de vacunación y algunos problemas en la producción de la vacuna, lo que produjo un retraso en los esquemas habituales en 2015. Debido a ello, se registraron ciclos irregulares incluso hasta finales de 2016, situación que pudo haber tenido un impacto intangible sobre la eficiencia del programa.

En tal sentido, el profesor Zambrano enfatiza en que es muy importante entender que un país o un predio que haya sido declarado “libre” de fiebre aftosa, o brucelosis o tuberculosis, debe mantener un riguroso programa de diagnóstico, control y vigilancia epidemiológica, ya que dicho estatus no significa que la enfermedad haya sido erradicada, sino que el riesgo de presentación aunque bajo, está presente.

“Frente a los nuevos brotes, la discusión no se debería centrar en quién debería recibir o administrar los recursos para el manejo del programa de vacunación, sino, de manera lógica, se debería concentrar en promover el respaldo gubernamental al fortalecimiento de un programa de control, prevención y erradicación que en su esencia, no política, ha sido sólido y exitoso.

El país enfrenta hoy el reto de dar las respuestas acertadas de carácter técnico y científico, para entender el significado de la magnitud de la presentación de nuevos casos, su naturaleza y origen, para decidir de manera adecuada los posibles ajustes que se requieran para preservar el estatus sanitario que ha venido acreditando el país.

Es posible especular sobre situaciones que pueden influir en la presentación de nuevos casos de la enfermedad. Las zonas de frontera constituyen un factor de alto riesgo, ya que no solo se desconoce el manejo de las poblaciones de animales que ingresan ilegalmente al país, sino que la movilización se realiza en sitios donde su control es difícil.

En general, se deben considerar condiciones medioambientales que pueden influir sobre las posibilidades de transmisión del virus desde una población infectada, como el contacto directo con animales afectados, las corrientes de viento, aguas, animales domésticos o silvestres con pezuña hendida, vehículos, fómites, y la consideración especial de que el humano mismo, a pesar de no sufrir la enfermedad, es un medio de transmisión conocido ya que el virus puede persistir por días en las fosas nasales y en las amígdalas, y también de manera mecánica a través de la ropa, el calzado o los instrumentos de trabajo.

No obstante, la actual crisis plantea una buena oportunidad para aprovechar las opiniones de expertos, académicos y científicos nacionales e internacionales, quienes, de manera solidaria y con el único interés de velar por la sanidad animal y la seguridad alimentaria del país, brindan su apoyo incondicional. Sus aportes podrían ofrecer nuevas luces sobre la comprensión de esta enfermedad, considerada en el ámbito internacional como un riesgo potencial bioterrorista.

Además de los métodos de control, es indispensable implementar técnicas de epidemiología molecular para determinar con mayor certeza si los casos presentados se pueden asociar con un mismo origen. Con base en estos resultados es posible redefinir y ajustar los protocolos de control, y eventualmente plantear el desarrollo de nuevas vacunas. Así mismo, el experto de la U.N. considera que es fundamental incrementar las estrategias de educación y difusión de información que permitan dar alertas tempranas para que las autoridades competentes puedan actuar de manera oportuna.

El nuevo brote de fiebre aftosa detectado en zona rural del municipio de Yacopí (Cundinamarca) ha hecho que crezca la preocupación entre ganaderos y médicos veterinarios, puesto que el país se podría estar enfrentando a una situación similar a la que sufrieron países como el Reino Unido y Argentina, con graves consecuencias económicas.

Por: Agencia de Noticias UN


Posts Recientes
Búsqueda por Tags
Conéctate
  • Google+ Long Shadow
  • Facebook Long Shadow
  • LinkedIn Long Shadow
  • Twitter Long Shadow
bottom of page